Los sindicatos UGT y CCOO iniciaron la convocatoria de huelga para reclamar al Gobierno que se cumplan las condiciones que proponen como la mejor alternativa a las impuestas por el mismo. Algunas de estas condiciones que desde los sindicatos más suenan es evitar el recorte en el gasto social, acabar con la precariedad y temporalidad laboral, reclamando una universidad pública de calidad y gratuita, contrarios a la reforma de Bolonia.
Los líderes sindicales de estas agrupaciones de trabajadores, Cándido Méndez y Ignacio Fernández Toxo, calificaron la huelga como todo un éxito, como así esperaban. El líder de CCOO advirtió en su momento de que no se conformarían con un éxito de participación y lo que se buscaba es una rectificación del gobierno. Pero el Gobierno descarta esa ansiada rectificación. El diario El País al día siguiente anunciaba que “los sindicatos estaban satisfechos, porque creen que el seguimiento fue muy similar a la huelga de
En España es cierto que se cierne la peor crisis de la democracia, con cuatro millones de parados, pero esta manifestación se ha visto motivada por una campaña de descrédito de los medios conservadores contra las centrales. Cándido Méndez, secretario general de UGT, comentaba en El País “Estamos contentos, sobre todo porque la hemos hecho contra todos y contra todo, y ha salido".
En la mañana del 29 de septiembre, por primera vez se pactaron los servicios mínimos en el transporte, y se cumplieron. Pero la jornada se saldó con varios incidentes de la mano de los piquetes más radicales. Los actos violentos se centraron especialmente en Madrid y Barcelona, que dejaron más de setenta detenidos en toda España. Las posibilidades de que el Ejecutivo rectifique la reforma laboral es poco probable, según apuntan los medios de referencia españoles. Los sindicatos insistían en que nada sería igual después de la huelga y en realidad todo parece seguir igual a priori. La reforma sigue adelante por gracia y para desgracia de unos y otros.
Para más inri, los medios de comunicación también sufrieron la huelga general. La cadena de televisión pública madrileña, Telemadrid, no emitió en todo el día desde las 12 de la noche. Tampoco lo hizo la radiotelevisión pública andaluza, Canal Sur. Por otro lado, TVE emitió tan solo los telediarios pactados, ya que el resto fueron programas enlatados y películas antiguas.
Una huelga que sin duda se dejó notar en las ciudades más grandes, y en contrastaba con la imagen de otras ciudades más pequeñas en las que el tiempo seguía su curso de un día normal. La interpretación del vaso es según quién lo mire. Así, si los sindicatos no llegan a conseguir nada con la huelga general, pueden quedarse con la satisfacción de que ese día será recordado en los libros de Historia de España.
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