jueves, 21 de octubre de 2010

De la Vega se despide de su cargo tras 6 años como Vicepresidenta Primera

Ayer el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dedicó a la que ha sido su vicepresidenta primera, ministra de Presidencia y portavoz durante más de seis años palabras de afecto al igual que al resto de los ministros salientes. Los motivos ya son más que conocidos. Y es que ayer se produjo un gran cambio y remodelación del Gobierno de Zapatero. Esta mañana, María Teresa Fernández de la Vega ha correspondido al Presidente y se ha despedido en su última rueda de prensa.
De la Vega se ha despedido en la convocatoria de medios de comunicación tras una legislatura y media siendo la cara del Gobierno. Ha expresado su agradecimiento en primer lugar a la Familia Real y se ha referido "de manera particular" a Zapatero. Palabras como: "Ha sido un privilegio compartir estos años de trabajo, de ilusión, de un proyecto social y de progreso".
Ayer, Zapatero tuvo una especial mención para ella: "Mi agradecimiento no se puede expresar solo con palabras, por su defensa de la igualdad. María Teresa va a dejar una huella imborrable en este país y entre todos nosotros".

Sobre su salida del Gobierno, De la Vega ha asegurado que fue acordada con Zapatero el pasado domingo y ha hecho hincapié en que son cosas que tarde o temprano pueden pasar y hay que estar preparado para ello. "Cuando uno pertenece a un gobierno democrático, está con la maleta hecha. Los miembros del Gobierno siempre estamos dispuestos para salir de él", aclaraba De la Vega.

Sus últimas palabras han estado dedicadas a los ciudadanos que han sido "su objetivo principal". Pero la ex Vicepresidenta Primera no se va de la res política sino que se va con la música a otra parte, y no a cualquier lugar. Pasará a formar parte del Consejo de Estado, un cargo hecho a su medida, sin duda. Todo un prometedor futuro dentro de la política aunque, eso sí, en segundo plano. La emoción inundaba su rostro esta mañana y se resistía a dejar escapar una lágrima de despedida, con una emoción contenida. Algunos echaremos de menos sus intervenciones en el Congreso que no dejaban a títere con cabeza. Pero eso sí, con la cabeza muy alta "María Teresa".

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